Poco después fue encontrado el cadáver de Edgar Soto Martínez (a) "El Gary" cerca de la pista de arrancones de autos conocida como la “Caldera” con signos de tortura y bajo una paca de alfalfa fue hallado su cuerpo. Y aunque llevaba los mismos apellidos en realidad era hijo de "La Potra", una de las tres hermanas de Andrés, quien cayo abatido por la balas este medio día en el tianguis de la avenida 8ª al sur de la ciudad.
Sin duda, una de las familias mas emblemáticas, cuyo virtual y macabro escudo estuvo basado en la delincuencia, tanto por sus ingresos a la cárcel, como por su sorprendente capacidad para maniobrar todo tipo de delitos, especializandose en en asalto a mano armada, segun registros policiácos.
Compatieron creditos delictivos en aquellas epocas con los temidos hermanos Reyes Reyes en los 90s, donde los crimenes que aunque no eran tan comunes, eran sin embargo al igual que hoy altamente sadicos, algunos de los cuales eran catalogados por la ciudadania como actos diabolicos.
Fueron estos, los Soto Martínez, quienes privaron de la vida al "Coto" Reyes amigo de tales, y cabecilla de su propia gavilla.
Cadáver de "El Gary" localizado en la Caldera |
En 1985 Andrés Soto Martínez quedo formalmente preso tras comprobársele un crimen en contra de un sujeto conocido con el apodo de “La Rina”, a quien Soto Martínez privó de la vida dandole un disparo sobre la yugular, en una tapia ubicada dentro de la escuela primaria Fco. Villa, en la colonia del mismo nombre. Posteriormente 8 años mas tarde Andrés Soto Martínez lideró un plan para salir de prision junto con otros presos, la primera de las dos fugas masivas la realizo cavando un tunel dentro de la misma celda donde se encontraba preso en Delicias, en esa fuga escaparon 26 reos de la comandancia que aun se encuentra ubicada al poniente de la ciudad pero que ahora funciona como carcel; la segunda fuga la realizo en la capital del estado, e igualmente cavó en su celda para escapar de prisión, lo cual motivo a reforzar con varilla de metal acerado el piso del penal de Aquiles Serdan que en aquel tiempo se construía, y donde posteriormente fue remitido, así como en el CERESO de ciudad Juárez donde adquirió el alias de “El Capo”.
Corría el año de 1989 cuando Martín Soto Martínez fue detenido por el homicidio de un taxista a quien asaltaron y torturaron el y otras dos personas.
Posteriormente quedo libre al igual que su hermano Martín y Filemón el mayor de los hermanos Soto Martínez.
Pocas veces coincidieron en su casa, tal vez menos que en prisión, Cesar el menor, y a quien apodan El “Chango” ha sido huésped de la cárcel municipal en numerosas ocasiones, y su récord de ingresos a la comandancia apenas es rebasado por el “churros” un caso perdido, pero parte de otra historia.
Andrés Soto Martínez, sin duda alguna, el mas astuto de los cuatro hermanos hoy perdió la vida en manos desconocidas, dedos jalando gatillos, una historia mas de sangre en Delicias, y la mas descarada de todas.
La avenida 8ª sur lugar recurrente de pobres y ricos, de viejos mugrosos y jóvenes bombones, fue el descarado escenario donde hoy perdió la vida Andrés Soto a manos de un comando armado que le disparo en diversas ocasiones hasta causarle la muerte en la calle 37ª sur donde años atras tenia una comercio, una calle macabra donde se han suscitado al menos 5 ejecuciones y 4 levantones relacionadas cerca de esa línea geográfica entre las calles 34, 37, 39 y 40 y avenidas desde la 8a hasta la 14 sur una area etiquetada ya como zona de alto riesgo.
A pesar de ser individuos sumamente peligrosos, los hermanos Soto Martínez nunca tuvieron ningún incidente con sus vecinos, quienes los señalan como personas hasta cierto punto, tranquilas y pacificas.
A la fecha sobreviven Filemón, Martín y el menor de ellos, Julio César.
Llama la atencion el corto tiempo que duro esta persona en manos de la justicia, ya que hace apenas 3 meses fue detenido al ser sorprendido por las fuerzas castrenses luego de perpetrar un asalto a mano armada en esta ciudad.
De Andres Soto Martínez solo se dice que fue un hombre de caracter serío, y para poder haber fraguado dos fugas masivas no es dificil pensar que era un delincuente astuto e inteligente.
Ante esta ola de asesinatos donde se presume una limpia por parte del crimen organizado, sin duda habrá ciudadanos que celebren estas acciones, pero no habrá razón que las excuse.
En el lugar del crimen apareció la figura del director de seguridad pública de Delicias, Manuel Hernández Pérez, como siempre, asegurándose de que los reflectores y cámaras ya estuviesen encendidos para su persona antes de salir a escena. “Lo de siempre, nos estamos acostumbrando a esto” punteo a la prensa.
Se estará acostumbrando a dormir acuartelado Ud. Sr. Manuel Hernández Pérez, el resto de la ciudadanía ni de chiste se acostumbra a vivir con la violencia. Esta parado en Delicias teniente, una tierra que ha progresado a base trabajo y esfuerzo, por ello y por muchas razones más, Delicias jamás podría acostumbrarse a este tipo de eventos.
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